La catedral, nuestro edifico icónico, insinúa una tradición española que se hizo propia de los habitantes ya mestizos de la ciudad para el Siglo XVII;  expresa actitud, señorío, nobleza y una imagen de espiritualidad que atrae. Al caminar en su interior encontramos vestigios de su historia y trascendencia.  Es de señalar y admirar el contenido de dos placas de mármol jaspeado y labrado, ubicadas en el altar de los reyes, que dan fe de la consagración y dedicación del templo en el año 1649, Cito:

D.O.M

COMENCOSE ESTE SAGRADO TEMPLO A INVOCACIÓN DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA NUESTRA SEÑORA, REINANDO EL INVÍCTISIMO EMPERADOR CARLOS QUINTO, PROSIGUÍOSE EN LOS FELICÍSIMOS TIEMPOS DEL PRUDENTÍSIMO PHILIPO  SEGUNDO, SU HIJO, I PIJSSÍMO PHILIPO TERCERO, SU NIETO; I FINALMENTE, DE ORDEN DEL MAGNO PHILIPO CUARTO, SEÑOR NUESTRO, POSEYENDO LA SILLA DE SAN PEDRO INNOCENCIO DEZIMO, PONTÍFICE MÁXIMO, Y GOBERNADO ESTE NUEBO ORBE SEPTENTRIONAL DON MARCOS DE TORRES I RUEDA, OBISPO DE JUCATAN; DON IVÁN  DE PALAFOX Y MENDOZA, OBISPO DE ESTA SANTA IGLESIA LO ACABÓ, DEDICÓ, BENDIXO I CONSAGRÓ Y CON SUNTUOSSOS TABERNÁCULOS I RETABLOS LO ADORNÓ, HAVIENDO GASTADO NUESTRO ÍNCLITOS REYES I BENEFISENTÍSSIMOS  PATRONES EN SU EDIFICIO Y ORNATO MÁS DE  MILLÓN I MEDIO DE PESOS CON PIEDAD I LIBERALIDAD  ESCLARECIDA, CONCURRIENDO A TAN RELIGIOSO ACTO EL VENERABLE CABILDO ECCLESIÁSTICO, EL CLERO SECULAR I REGULAR I ESTA NOBILÍSSIMA Y FIDELÍSSIMA CIUDAD E INNUMERABLE  PUEBLO CON UNIVERSAL APLAUSO. E INNENARRABLE ALEGRÍA. A  18 DE ABRIL DE 1649 AÑOS.

Sí moviera al ilustrísimo Fray Julián Garcés primer obispo de la diócesis Carolense, un sueño de ángeles para fundar a la ciudad de Puebla, no menos celestial fue el inicio de hacer en ella, la Santa Iglesia Catedral,  dedicada y consagrada a la Limpia Concepción de María.

Juan Benítez 1749 AGI Mapas y Planos

Con toda certeza se sabe que el día 11 de noviembre de 1575 el maestro mayor Francisco Becerra, presentó ante el cabildo eclesiástico, una traza que contenía la planta de una nueva catedral; fue hasta el año 1640 que por orden del Rey don Felipe Cuarto, el Obispo Juan de Palafox y Mendoza, ejecuta la Cédula Real del 19 del mes de enero de ese año y  da la continuación y  prosecución de la fábrica de tan importante monumento de identidad cultural y religiosa para los poblanos.

Apurando las indicaciones que le Rey solicitase a el Obispo para que se presentarse en España, Palafox fijó un edicto en marzo de 1649 por el cual asigna el 18 de abril para celebrar la consagración del templo catedralicio, quedando pendientes aún las portadas y  torres.

Convocados por el Obispo Juan de Palafox los curas, beneficiados, sacerdotes y demás clérigos, ordenando a los feligreses ayuno, oraciones y penitencias, se instala en el edificio delante de la puerta principal llamada del Perdón, una enramada donde se colocó un altar portátil y un crucifijo, lugar donde llegaría el obispo, acompañado con un repique de campanas de los templos de la ciudad y música. Fue así, que en medio de los cánticos esa noche como la siguiente se iluminó con múltiples luces toda la Puebla de los Ángeles.

El 18 de abril a las 6 de la mañana pasó el señor Obispo a la enramada y revestido, empezó la bendición, abriendo la puerta principal y arrodillándose  en medio de la crujía, saliendo posteriormente por la misma puerta, tomo su sitial donde hizo una breve y fervorosa plática.

Fotografía : Carlos Varillas

A las 2 de la tarde de ese día, se celebró una misa rezada, que dio pauta  a las demás celebraciones que culminaron hasta el día viernes 30 de abril con una corrida de toros, variadas actividades que incurren de “lo divino a lo profano”

El monumento catedralicio que preside el centro histórico, denota su tradición centenaria de mano de obra, del uso de materiales y técnicas virreinales. Sus portadas a través de sus elementos, enlaza su sentido humano y espiritual que comparte con los transeúntes que la  visitan y disfrutan.

Pronto nuevamente la fiesta hará presencia en su atrio, en sus campanas que evocan su origen divino, cuando en el viento hagan prosas  de esperanza, hablando que los temores huyeron de esta ciudad que ahora aguarda; y escucharemos la música, la tradición, nuestros andares, alegatos y rezos que contendrán en su voz, una vez más… la razón de ser de nuestra catedral.

Fotografía: Alexa Mauleón @alexamauco