Las artesanías, manifestaciones desde la época prehispánica, elemento de arraigo cultural de los pueblos o regiones donde en su momento fue hecho. Piezas únicas y originales que utilizan materiales de la zona, complicadas obras de arte. Herencia ancestral, parte de nuestras raíces, han pasado de generación en generación con la finalidad de preservar nuestra identidad como poblanos.
Tradición de hacer y difundir la cultura milenaria, entender la forma de ser de cada pueblo, de cada grupo o población. La artesanía manifiesta una relación territorial, desde el Totonacapan, la Sierra de Puebla, hasta la Mixteca, bajando por Tehuacán integrada a una misma identidad y uso de materiales.
Desde el vestuario o atuendo, zarapes o rebosos, instrumentos musicales, utensilios de cocina, elementos de carga o transporte, elementos textiles con paisajes impregnados, juguetes de madera, muñecas de trapo, marquetería y muebles de madera, elementos característicos de cada zona del Estado que dan una única y original forma de uso como reflejo de la mano histórica artesanal.
El artesano plasma la memoria y el patrimonio, fabrica o esculpe elementos de piedra y madera, ornamenta con flores y motivos naturales los elementos de uso cotidiano como cucharas, palas, bastones o sillas, usa el maguey, la palma y el ixtle desde la cocina hasta la vestimenta.
En el Centro del Estado se mezclan otros elementos, se trabaja la plata, se mezclan colores y materiales como el ónix y el mármol, el mobiliario moderno es parte de hogar poblano, los travertinos y la cestería forman parte de la decoración y comercio de los mercados y parianes locales. La mano artesana también fabrica una amplia gama de dulces típicos poblanos, los dulces de convento, borrachitos, las tortitas de Santa Clara, los camotes, macarrones o dulces de leche entre otros que serán siempre presentados en el plato de talavera.
Importante mencionarlo, la talavera poblana, icono artesanal, reconocida internacionalmente, inscrita recientemente en la lista de Patrimonio Inmaterial de la UNESCO por su proceso de fabricación único. El gran diseño como reflejo en la arquitectura, las fachadas barrocas, el famoso “ petatillo” enmarcando portadas, cubriendo interiores, protagonista de cocinas poblanas y elemento de decoración siempre presente.
La cera, elemento místico y de carácter religioso, en las velas como adorno o ritual de adoración, acompañante de procesiones, milagros y cantos a los santos. Las vocaciones de los barrios antiguos aún siguen latentes, el vidrio soplado y la alfarería del barrio de la luz, la herrería en puertas y ventanas. El papel amate utilizado en rituales para comunicarse con dioses y difuntos, en San Pablito, siguen existiendo grandes artesanos que no dejan morir este legado. Las esferas de Chignahuapan con una producción artesanal de más de 70 millones al año.
Los de la Mixteca trabajan la palma en sombreros y petates, las canastas, violines, guitarras y tamboras. El Árbol de la vida hecho de cerámica o barro que recrea pasajes bíblicos o elementos históricos mexicanos. Puebla es un nicho de conocimiento adquirido de generación en generación, que permite mantener el legado artesanal.
Puebla cuenta con tradiciones ancestrales e imponentes objetos, realizados por el artesano y su creatividad ilimitada. Las obras de un artesano son parte de nuestro patrimonio cultural ya que plasman nuestra identidad, la persecución de la belleza, el esfuerzo al diseñar, la simplicidad y claridad, en busca de la originalidad convertida en elegancia y armonía por un soñador práctico que ha aprendido de las leyes de la naturaleza.
El artesano reinterpreta, activa sus sentidos al realizar su trabajo, e imprime su personalidad y estilo en cada pieza que elabora, entregan su alma en rituales sagrados donde dejan su sabiduría hasta crear una obra perfecta. Son aquellos artistas que no se encuentran en los museos pero siempre dejan huella. A las artesanías se les dedica tiempo, creatividad, diseño, pensamiento, enseñanza, innovación, plenitud y armonio en su elaboración.
Cada artesanía cuenta su propia historia, tienen su propia esencia y su trascendencia. Algunos ejemplos de artesanía del Estado de Puebla:
- Talavera – Puebla
- Papel Amate – San Pablito Pahuatlán
- Barro Bruñido – Los Reyes Metzontla
- Jícaras – Huehuetlán el Chico
- Esferas – Chignahuapan
- Barro Policromado – Cholula
- Árbol de la Vida – Izúcar de Matamoros
- Bordados – Cuetzalan
- Ónix y Mármol – Tecali de Herrera
- Atuendos Indígenas – Huauchinango
- Cartonería – Puebla
- Cantería – San Salvador el Seco
- Alfarería – Barrio de la Luz
- Vidrio Soplado – Barrio de la Luz
- Ixtle – Zacatlán
- Textiles de telar de cintura – Cuetzalan
- Cestería – Cuetzalan
- Talla de madera – Cuetzalan
- Velas – Cuetzalan
- Joyería de semillas – Zacatlán
- Aerógrafo sobre textil de manta – Tehuacán
- Cestería – Tehuacán
- Herrería Artística – San Pedro Cholula
- Figuras de Cera – San Andrés Cholula
- Fabricación de Ollas/Cazuelas de Barro – San Martín Texmelucan
- Guajes decorados – Teziutlán
- Mármol Labrado – Cuauhtinchán
- Platería – Amozoc
- Cuexcomate de barro – Jantetelco
- Quexquémitl – Pantepec
- Sombreros y Canastas de Palma – Tlatlauquitepec
- Bisuteria de semillas de Café – Xicotepec de Juárez
- Velas – Huaquechula
- Ollas de Cuatro Orejas – Cañada de Morelos
- Barro Natural y policromado – Atlixco