En las ciudades mexicanas de Puebla y Tlaxcala, así como en las localidades españolas de Talavera de la Reina y El Puente del Arzobispo, sendas comunidades de artesanos fabrican con métodos tradicionales objetos de cerámica de estilo talaverano para usos domésticos, decorativos y arquitectónicos.
Aunque las técnicas de la alfarería han evolucionado en México y en España, en particular con la utilización de tornos eléctricos, los procedimientos de fabricación, esmaltado y decoración de este tipo de cerámica siguen siendo artesanales e idénticos a los practicados en el siglo XVI.
Los conocimientos y técnicas relacionados con este elemento del patrimonio cultural vivo abarcan la preparación de la arcilla, su modelación con un torno o un molde, la ornamentación de la pieza modelada, la preparación de los pigmentos y el esmalte, y la cocción en el horno. En su mayoría, los depositarios de los conocimientos relativos a esta fabricación artesanal son maestros alfareros y ceramistas que han transmitido sus competencias a las jóvenes generaciones, ya sea en sus talleres o en el seno de sus familias.

Fuente: UNESCO